jueves, 19 de enero de 2012

Perdiendo el miedo

No le temo al horno, al fogón, ni a los cuchillos, pero a la hora de escribir le tengo mucho miedo a mi capacidad de autocrítica y a resultar pretenciosa o tremendamente aburrida para quienes lleguen a leerme, así que por eso me he abstenido durante mucho tiempo de escribir sobre lo que se y lo que me gusta: cocinar, comer e investigar.

Después de pensarlo durante un mes, mas o menos y viendo la cantidad de blogs que están apareciendo escritos por gourmands, gourmets, amateurs, connossieurs y diletantes de la mesa y la cocina, decidí empezar a escribir sobre mi experiencia, que consiste en 2 escuelas de cocina, una vida de antojos, algunos viajes, abundante lectura sobre gastronomía e historia (de la gastronomía) y trabajar en varios servicios de catering. 

No voy a copiar extensas recetas de cocina, ni voy a contar paso por paso lo que hago en un día de trabajo, lo que quiero es contarles sobre lo que pasa adentro para que el plato sea un éxito (o un fracaso) y en el lado B, hablar sobre mi experiencia de comensal.

Eso si, antes de empezar quiero dejar claro que como casi de todo, que siempre le doy una segunda oportunidad a cada ingrediente y que por saber cocinar, no soy una "Prima Donna" que se las sabe todas o que solo come en tal o cual restaurante, disfruto la comida casera, un perro caliente en una esquina o sentarme a manteles con una gran carta y cuando soy invitada, voy a disfrutar de la compañía y el trabajo de quien cocinó, no a juzgar, aunque cuando se trata de una comida con mi mamá o mis amigas .... termino cocinando yo.

2 comentarios:

  1. Que bueno Paula, ese miedo a las masas nos infunde a muchos gran incomodidad, pero el quid de la cuestión es, desde mi punto de vista, sentirse a gusto con las cosas que uno ha hecho, estaré leyendo aquí tu blog, y llenándome de tus experiencias.
    Carlos V.

    ResponderEliminar