domingo, 22 de enero de 2012

Y entonces Dios creo el Wagyu y los mortales tuvimos carne de Kobe

En navidad recibí de regalo un libro sobre los viajes y comidas de Jay Rayner, un famoso crítico gastronómico, aún no lo termino, pero de lo que llevo leido, me identifiqué con su posición frente a algunas comidas y su altísimo valor, un grave problema para quienes tenemos gusto de Dom Perignon y bolsillo de Coca Cola, buscar la manera de probar esas exquisiteces y preferiblemente no pagar por ellas. 

Claro la diferencia entre el y yo es que el trabaja para un periodico, gana en libras y en muchos lugares por una buena reseña tiene carta abierta; yo trabajo en un catering, gano en pesos y aunque no soy la invitada de honor, he trabajado para fiestas tan lujosas, que he podido comer con más frecuencia algunas cosas que me gustan pero exceden mi presupuesto.

Aunque organizo mis finanzas de tal modo que pueda permitirme ciertos "lujos" culinarios, ya sea ir a algún restaurante de mi interés o comprar libros o ingredientes de primera, hay un par de detallitos que se me han escapado por su inaccesible costo, uno de ellos es la carne de Kobe.

En el mundo, Argentina es reconocida por su excelente carne y comprar en cualquier parte del mundo un corte de Angus argentino ya es una ganancia. Pero aquí he aprendido que no solo la carne es importante, también el parrillero (he tenido la oportunidad de trabajar con unos "capos" en la parrilla), si el parrillero no tiene destreza y paciencia para tener el fuego a punto, la carne pierde todo su potencial y termina siendo como cualquier corte de otro tipo de res.

Hace unos años oí hablar por primera vez del Kobe, que es la carne de una raza bovina japonesa llamada Wagyu, muy especial por que las reses se bañan en sake, beben cerveza y además su dieta consiste en cebada, hierba seca, granos de trigo y agua mineral, los mitos urbanos rumoran que oyen música clásica y reciben un masaje diario para que la carne sea de mejor calidad. Sea por los motivos que sea, ADN o masaje, logran una calidad tan asombrosa, que la carne es baja en colesterol, tiene omegas 3 y 6 y es deliciosamente marmoleada.

Esta semana se me hizo, la protagonista del servicio del miércoles fue la carne de Kobe. Yo estaba tan ocupada en los postres, que no tuve casi tiempo para nada, mientras seguía armando lajitas con postres, pensaba “se los van a terminar y voy a perder mi oportunidad de Kobe gratis”, pues no, posiblemente muchos de los invitados no sabían el manjar que estaban rechazando y regresaron varias asaderas llenas de pinchos de Kobe.  un compañero me acerco uno y lo unico que pude hacer en el momento fue envolverlo en film y guardarlo para comerlo después

Bueno, el después fue en mi casa, me pude tomar el tiempo para sentarme a disfrutarlo; la verdad, tenía miedo, muchas veces cuando tengo tantas expectativas sobre algo, salgo desilusionada o al menos no completamente satisfecha. Desarmé el pincho, apenas si calenté un poco la carne para que no se sobrecocinara, serví los cubitos de carne en un plato y me senté a comer.

Primer bocado, sensación sublime. El @Elchefroy dijo "yo pense que conocía el sabor de la buena carne, hasta que probe el Kobe", pensé que estaba exagerando, tal fue la intensidad al comerla que mis papilas gustativas se activan con el recuerdo. A riesgo de sonar mamona o "poser" su sabor es tan único que parece ser indescriptible, haré mi mejor intento.

No puedo extenderme detalladamente, no encuentro palabras que encajen del todo, su sabor es tan sutil y a la vez tan potente, su textura tan ligera que se siente como se deshace en la boca, no es como nada que haya probado antes, pero seguro es algo que quisiera seguir comiendo. En conclusión, satisfacción absoluta, supera su fama con creces.

Estuve haciendo mis averiguaciones y venden otros cortes de Kobe más baratos, bueno al menos a mucho menor costo (el kilo de lomo sale en €60), vale la pena probarlos y siendo una carne tan noble no requiere de recetas muy complicadas para prepararla. También esta la opción de comerla en algún restaurante, les dejo los datos de los lugares que se que la tienen.

En el DF el restaurante Puerto Madero en Masaryk, tienen fama sus hamburguesas, a ver si @burgermanmex las prueba y hace su reseña. En Bogotá, esta en la carta Criterión de los hermanos Rausch  y en Buenos Aires, la podemos comprar cruda en http://www.carneswagyu.com.ar/







1 comentario:

  1. encantada con esta publicación... por un momento habia dejado mi "obsesión" por probar carne de kobe, pero despues de leer esto...creo que no podre dormir bien hasta que lo haga!.

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