lunes, 1 de julio de 2013

Mi obsesión con el desayuno




En varios posts he hablado ya de lo significativo que resulta para mi el desayuno, como comida, como momento. Como comida tiene todas posibilidades, horarios y formas de servirse, además de seguir reiterando que es la comida mas importante del día, la que rompe horas de ayunar durante el periodo de sueño y logra ponernos de vuelta en la marcha del mundo.

Como momento, llegar a compartir el desayuno con una persona, me parece que tiene un valor especial. Se puede compartir el almuerzo o la comida con amigos, con una cita, con extraños, pero el desayuno, ese definitivamente se comparte con personas muy especiales. Un desayuno en familia me resulta hermoso, aunque sea familia prestada (la mía no esta cerca), la charla, las tradiciones o rituales, los hábitos, es fascinante. Y si es con "alguien", puede que en la noche anterior la comida y la compañía sean  increíbles, pero si hay desayuno, es porque definitivamente ahí, hay algo!.

Al menos para mi es así, cuando pienso en amor, pienso en desayuno. Pienso cursi en rayos de sol entrando por la ventana, en pan caliente y mantequilla, jugo recién exprimido, frutas frescas, huevos babe*, queso, mermelada y un café, colombiano por supuesto (el café, el que va a estar conmigo en ese desayuno  puede ser de cualquier punto del planeta). Ya se, no suena muy cursi, suena mas bien antojado. Digamos que es mi propia versión de cursi, le sumo de soundtrack una canción de José González con la que soñé una historia de amor que espero vivir, et voila!!.

Cuando pienso en alguien que me gusta, no voy al "futuro" pensando, ¿Como serían nuestros hijos? Yo pienso en como serían nuestros desayunos, ¿Será con lectura de periódico dominical o un "late brunch" viendo un partido de fútbol? (ese me piace, me gusta ver fútbol). O una versión mas austera en un día laboral? Como sea, sigo desayunando feliz y pensando en ese desayuno imaginario con la mejor versión que construí sobre ti. O si un día, en vez de ser yo la que hace el desayuno, abro los ojos ¡al aroma de unos pancakes! (mucho mejor que al recibir el primer beso de amor, toma eso Bella Durmiente).

Hice unas fotos con el tema del desayuno, quiero que conozcan a la que cocina, a la que come, la que escribe, la que sueña con banda sonora. Esa que mientras tanto, sigue desayunando feliz y atesora rarezas en su alacena para que cuando llegue ese día, en que encuentre al hombre que (también) ame tanto los desayunos, haya magia, o al menos algo rico para desayunar (yo no podría vivir solo de amort).

*Punto de cocción en que los huevos coagularon, pero siguen humedos