sábado, 10 de marzo de 2012

Que les den pasteles!!

Como es bien sabido la frase se la atribuyen a la poco comprendida María Antonieta y me pareció pertinente usarla como titulo para esta entrada, claro, aunque me gustaría hablar de tan fascinante personaje, el tema va más por el lado de los pasteles y la comida dulce.

Los postres de mi infancia no fueron precisamente maravillosos, entrañables si, ricos tambien, pero no muy elaborados y decorados. Salvo en mis temáticas fiestas de cumpleaños, en las que mi abuelita Julieta mandaba a hacer unas tortas riquísimas y perfectamente decoradas. Ella (mi abuelita) no sabía cocinar, así que cuando tenia reuniones o eventos siempre mandaba a preparar la comida que se iba a servir, algunas veces mis tías participaban preparando alguna ensalada o algún postre, a veces mi mamá se sumaba tambien con un postre pero la verdad no eran preparaciones de mucha tecnica o grandes elaboraciones, de hecho mi mamá, aunque siempre me hacia cosas muy ricas de comer, no fue la mamá afecta a la cocina dulce que se la pasaba horneando brownies ni galleticas.

Aun con lo básica que resultaba la pastelería y la repostería en mi casa, algo aprendí, pero igualmente me incliné siempre por la cocina salada, sobre todo cuando me encontre con que la pastelería debe ser precisa para que las cosas salgan bien. No es lo mismo hacer una torta Quaker o Betty Crocker, que hacer una en la cual tengas que pesar todos los ingredientes y respetar los tiempos que indica la receta. En fin, el caso es que aunque siempre preferí evitar "la rigidez" de la pastelería, ella se empeño en demostrarme que tenemos una historia por escribir.

En 2008 cuando entré a la carrera de gastronomía, tuve la fortuna de conocer a un maestro maravilloso, del cual aprendí bastante, tanto, que aunque no practiqué nunca lo que aprendí con el, ahora que  terminé mis estudios para chef pâtissier, me resultó muchísimo más facil desenvolverme, es así como estos días en los que no ha habido entrada nueva, me la he pasado en una cocina de pastelería por más de 9 horas al día. Me titularé como "Chef Patissier" un titulo que abarca no solo lo bonito de su nombre y su trabajo, sino muchísima responsabilidad para cocinar y montar obras de arte para la vista y el gusto.

Es un reto para mi, sobre todo porque tengo dificultades con los movimientos tan estrictos que requiere la buena pastelería, me explico, la cocina salada te permite mucha creatividad a la hora de los sabores y es mas cuestión de sentido común lo de las cantidades, en la pastelería no, por más que mi sentido común me diga que las cantidades que estoy poniendo están bien, si no tome las medidas y los pesos específicos el resultado puede ser desastroso. A los pocos o muchos que me leen los invito a pasar por facebook al grupo "Detrás del Fuego", hablemos y escribamos sobre cocina, subiré algunas recetas practicas, lo que yo hago para mi y me gustaría probar las que ustedes suban.

Me despido con la frase más usada por la celebre Julia Child "Bon Appétit"

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